lunes, octubre 16, 2006


Muerte en Florencia


Oriana Fallacci Murió en la ciudad que la vió nacer, amar, escribir, vivir siempre intensamente. Murió en La Toscana, donde aprendió de su padre lo que era el compromiso político y social. La Toscana, donde se amó como una loca con Alekos.

El de ellos, fue uno de esos amores furiosos que queremos poder vivir una vez en la vida para guardar para siempre el recuerdo de haberlo vivido...y que pocos privilegiados hemos tenido!

Murió ella, a quien leí con avidez en mi juventud. Ella de quien tengo muchos libros, todos rayados por mis comentarios a favor o discutiéndole, peleándole pluma a pluma, idea a idea con pasión similar.

Murió como vivió, sin farándula, sin parafernalia. Consistente, congruente. Silenciosa y anónima en su cotidianeidad y a la vez inmensamente globalizada, conocida, querida y odiada…comprometida.

La noticia me puso de verdad muy triste por que sin saberlo me formó como persona y como periodista. Admiré su compromiso y su pluma. Admiré su capacidad de opinión –aunque no siempre estuvimos de acuerdo.

Hoy no me cabe duda, está con Alekos, con Lenka, con Mario Planet, con Tito Mundt, Luis Hernández Parker y tantos otros que me marcaron el camino del ser persona y ser profesional.

Escribí el mismo día un mail a varios colegas periodistas, su silencio me impactó. Qué nos mueve? me pregunto.

Me perdonan, aunque ya pasaron casi tres semanas no podía dejar pasar el momento de rendirle este mínimo homenaje.

Silvi

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